Diferencias entre el Cava y el Champagne
Los brindis de navidad y de año viejo necesitan ser realizados con la mejor bebida de todas, ya sea cava o champagne, algo que dependerá del gusto de los consumidores, pero lo que sí es cierto es que ninguno puede faltar en navidades.
Por tal razón contamos con una completa selección de estas deliciosas y burbujeantes bebidas, para que incluyas en tu cesta de navidad la que mejor te convenga, y de la calidad no debes preocuparte, ya que en Cestas Marti llevamos ocupándonos de eso desde hace más de 50 años.
¿En qué se diferencian el Cava y el Champagne?
De entrada este tipo de bebidas son una delicia espumosa cuyas burbujas estimulan el paladar, sin embargo, hay diferencias entre ellas que fundamentalmente están relacionadas con el tipo de uva que se utiliza en la elaboración de cada producto.
Por tipos de uva:
Para elaborar el cava, el tipo de uvas que se utiliza tradicionalmente es el Xarelo, Macabeo y Parrellada.
Mientras que para el champagne las que por excelencia se utilizan son Pinot Noir y Chardonnay; aun cuando hay algunas que incluyen las uvas Pinot Meunier y otras uvas de forma muy minoritaria.
Los cavas rosados están fabricados especialmente con uvas Monastrell, Trepat, Pinot Noir y Garnacha Tinta.
El champagne es un vino espumoso exclusivamente blanco y aun cuando utiliza uvas tintas estas se procesan sin extraer la coloración de la piel.
Por clima y zona:
La zona de elaboración del cava hace que las uvas sean menos ácidas, gracias a que en el Mediterráneo el clima es bastante soleado prácticamente todo el año. La vendimia comienza en el mes de agosto, lo cual es lo suficientemente temprano y es por medio de estas que se puede conseguir una mayor acidez.
En cambio el champagne se elabora en Francia y donde el clima es frío, húmedo y muy propio del atlántico, lo cual hace que las uvas sean de menor grado y tengan mucha acidez, teniendo que añadir al proceso de fabricación azúcar con el fin de elevar el grado.
Por las añadas:
Los cavas se caracterizan por ser mono-añada, es decir, se embotellan tras una sola vendimia.
El champagne es producto de la mezcla de vinos procedentes de variadas vendimias, lo que permite compensar una añada no tan buena con otras muy buenas. Ahora bien, cuando se trata de una añada de máxima calidad al producto se le llama “millesime”, lo cual quiere decir que es un espumoso de una vendimia el cual lleva el año de esa cosecha.
Por la elaboración:
En los cavas se utiliza el proceso denominado Champenoise, el cual consiste en dejar que tanto la crianza como la fermentación se produzcan en la misma botella, lo cual hace que las burbujas se formen de forma natural y para obtener una maduración adecuada se necesitan entre dos y cuatro años.
El champagne utiliza el mismo método llamado Champenoise, pero la diferencia fundamental radica en el periodo de crianza, ya que para obtener el nivel óptimo de maduración del producto se necesitan cinco años e incluso más.
Por chaptalización:
El cava no necesita de este procedimiento, al menos no en grandes proporciones.
El champagne por el contrario si necesita que le añadan azúcar al proceso de elaboración, ya que funciona para contrarrestar la acidez pronunciada de las uvas debido al clima y la región. A este proceso se le conoce como chaptalizar.
Por precios:
Un cava de alto consumo se puede conseguir a precios que rondan los ocho euros. El champagne por el contrario es algo más caro, por lo tanto uno que sea económico cuesta un poco más de 15 euros.
En Cestas Martí se pueden encontrar el cava y el champagne perfectos para tus fiestas de navidad, productos cuidadosamente seleccionados para ofrecer solo lo mejor que hay en el mercado.
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