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Qué son los brackets metálicos y qué tipos existen

Los brackets metálicos destacan por haber sido el primer tipo de ortodoncia usado, y desde el momento de su creación, la tecnología en torno a ellos se ha mantenido en constante evolución.

Sin embargo, los mismos se mantienen presentes debido a que es posible usarlos sin importar el tipo de necesidad que puedan presentar los ortodontistas, dado que el metal se caracteriza por ofrecer una gran resistencia y durabilidad, por lo que suponen la opción más aconsejada al momento de corregir la dentadura de pacientes que supongan casos más complejos.

Además, cabe mencionar que entre los diversos materiales de calidad que existen al momento de llevar a cabo la ortodoncia, el metal se distingue por ser no solo la alternativa más asequible, sino también una opción resistente, segura y efectiva para corregir tanto numerosos problemas de maloclusión como diversas malposiciones en las piezas dentales.

En cualquier caso, para entender mejor en qué consisten y por qué son muy recomendados, a continuación se explica qué son los brackets metálicos y qué tipos existen.

¿En qué consisten los brackets metálicos?

Los brackets se distinguen por ser aparatos los cuales se adhieren sobre las piezas dentales que, al actuar como soporte para un arco capaz de crear tensión, logran hacer que los dientes se muevan hasta llegar a la posición adecuada para conseguir un óptimo alineamiento de cada pieza dental, y también una perfecta sonrisa.

Al hablar de brackets metálicos, se hace referencia a aquellos que se conocen como tratamiento de ortodoncia convencional (dado que fueron los primeros en aparecer), los cuales actúan ejerciendo una continua presión sobre los dientes.

Los mismos trabajan en conjunto con un arco de metal que se encarga de conectar a cada uno de los brackets ubicados en las piezas dentales, de modo que al ajustarlo se logra el movimiento de los dientes a la posición correcta.

Cabe decir de igual modo, que pese a ser llamados ortodoncia tradicional, lo cierto es que no son iguales a los brackets usados varias décadas atrás, ya que aunque siguen siendo de metal, han logrado evolucionar con el paso del tiempo.

Destacan, asimismo, por ser la alternativa más económica que existe entre los diversos tipos de brackets disponibles, y por encontrarse diseñados para ser capaces de corregir cualquier clase de problema relativo a malposiciones dentarias y maloclusión, al igual que para corregir apiñamientos dentales, cerrar diastemas, corregir sobremordida, etc., pero en cualquier caso, ofrecen la mayor seguridad y eficiencia.

¿Qué tipos de brackets metálicos existen?

De acuerdo a la técnica usada, los brackets metálicos podrían colocarse en la parte frontal de los dientes y se clasificarían como brackets de ligado convencional y/o de auto ligado; mientras que al ser colocados en la parte interior de los dientes, se clasifican como brackets linguales.

Brackets de ligado convencional

Los brackets de ligado convencional son colocados sobre la cara externa de las piezas dentales, y es que con esta técnica se usa también un arco que permite unir los brackets y gomas especiales para poder ejercer una fuerza constante y pequeña en cada diente, y así lograr que se muevan gradualmente al lugar correcto.

Brackets autoligables

Suelen ser parecidos a los de ligado convencional, aunque en lugar de usar gomas para fijar el arco a los brackets, estos cuentan con una pequeña tapa la cual se encarga de ajustar el arco en cada ranura, así, generan una mínima fricción.

Además, no solo existen modelos metálicos, sino que también hay opciones más estéticas que poseen un precio más elevado.

Brackets Linguales

Consisten en aquellos que se colocan sobre la parte interna de las piezas dentales, por lo que tienen como ventaja principal el ser imperceptibles desde fuera. Sin embargo, pese a ser completamente estéticos, poseen una colocación e higiene más complicada.

Se trata de un tipo de ortodoncia más cara en comparación con la ortodoncia tradicional realizada con brackets metálicos colocados sobre el frontal de los dientes.

Asimismo es necesario señalar que dependiendo del tipo de material usado para su fabricación, también se pueden distinguir otros tipos de brackets metálicos, entre los que se incluyen los siguientes:

Brackets de acero inoxidable

La mayor parte de los brackets metálicos se fabrican con acero inoxidable, dado que dicho material ofrece propiedades mecánicas muy acertadas para realizar un tratamiento de ortodoncia.

En este caso, la mayoría de los brackets otorgan información sobre el tipo de material usado y aunque no indican su composición exacta, se suelen utilizar diversas aleaciones de acero inoxidable, y en algunos casos podrían causar alergias en aquellos pacientes con sensibilidad al níquel.

Brackets de titanio

Fabricados en titanio, se caracterizan por haber sido creados especialmente para ofrecer una alternativa a los pacientes con alergia al níquel; además, representan igualmente una solución muy acertada para quienes presentan problemas de mordida cubierta y/o bruxismo.

Brackets de metales preciosos

Se caracterizan por ser un tipo de brackets más estético y menos obvios en comparación con los brackets clásicos metálicos, razón por la cual suelen ser una opción muy recomendada y demandada entre los pacientes adultos que necesitan ortodoncia y quieren optar por el uso de brackets metálicos.

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Por lo general se fabrican con acero inoxidable enchapado con platino, oro y/o paladio; además, son aptos para pacientes que tengan alergia al níquel. Tienen un mayor precio que los brackets metálicos tradicionales.

Brackets de cromo cobalto

Se tratan de una ortodoncia fabricada especialmente en cromo cobalto, por lo que suponen una clase de brackets metálicos.